Dr. José Ramón Enriquez, el senador de 4.5 millones sin resultados, mientras los jóvenes sobreviven con 6 mil pesos al mes
5/7/20251 min read


En una ciudad donde cientos de jóvenes luchan por sobrevivir con empleos precarios, jornadas dobles y salarios bajos, el caso del senador José Ramón Enríquez Herrera resulta una bofetada de realidad.
Durante su periodo como senador, Enríquez cobró más de 4 millones y medio de pesos de recursos públicos. En contraste, no logró que se aprobara ni una sola de las 51 iniciativas que presentó. Peor aún, más de la mitad ni siquiera fueron discutidas y permanecen archivadas.
Mientras Enríquez disfrutaba de un salario mensual superior a los 125 mil pesos, miles de jóvenes duranguenses viven con menos de 6 mil pesos mensuales. Para igualar el ingreso del senador, un joven tendría que trabajar por más de seis décadas, sin descanso, sin errores, sin pausas.
Ese dinero público también podría haberse utilizado para:
Financiar 150 primeros empleos para jóvenes con sueldo garantizado.
Otorgar becas académicas por un año a más de 370 estudiantes.
Invertir en infraestructura educativa, hospitales comunitarios, o en mejorar la red de transporte público que usan miles de jóvenes para estudiar o trabajar.
La crítica no es nueva. Enríquez ha sido señalado por su oportunismo político y por usar los cargos como trampolines personales, más que como espacios de servicio. Su paso por el Senado es, para muchos, el reflejo perfecto de una carrera política inflada pero hueca.
Durango no necesita más espectáculos políticos ni más campañas basadas en imagen. Necesita representantes que rindan cuentas y produzcan resultados. Porque mientras unos viven del presupuesto, otros viven al día.