Del Frente a la 4T: El giro político de José Ramón Enríquez, de la mano de la conveniencia

5/28/20252 min read

Durango, Dgo.

José Ramón Enríquez Herrera ha sido, a lo largo de los últimos años, un personaje político en constante transformación. Su historial electoral está marcado por alianzas temporales, posturas cambiantes y una capacidad para adaptarse al contexto político según la coyuntura. El mejor ejemplo es su tránsito del respaldo abierto a Ricardo Anaya en 2018, hasta su actual militancia en el partido Morena.

Apoyo a Ricardo Anaya en 2018

Durante el proceso electoral federal de 2018, Enríquez fue candidato al Senado por la coalición “Por México al Frente”, conformada por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano. En aquella etapa, su discurso político se alineaba plenamente con el de Ricardo Anaya, a quien consideraba la opción más viable para la Presidencia de la República.

Sus declaraciones en medios locales y eventos públicos mostraban un respaldo sólido a Anaya, y una postura crítica hacia el entonces candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador. Enríquez sostenía que el proyecto de Morena representaba un retroceso y que México requería una visión moderna, joven y honesta, con la que se identificaba plenamente el Frente.

El cambio de bandera

Sin embargo, tras la contundente victoria de López Obrador en 2018, la narrativa de Enríquez comenzó a modificarse. A partir de 2019, inició una serie de acercamientos con Morena, hasta finalmente integrarse al movimiento de la Cuarta Transformación, ahora bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum.

El viraje fue evidente. Donde antes había distancia, ahora había coincidencia. Donde hubo críticas, ahora hay elogios. A pesar de que públicamente había desestimado el proyecto de AMLO, Enríquez terminó sumándose al mismo, buscando nuevas oportunidades políticas en su camino.

¿Convicción o conveniencia?

Para muchos, esta transición no se explica por una evolución ideológica, sino por una estrategia de supervivencia política. La cercanía con Morena le abrió nuevas puertas, pero también generó escepticismo entre actores del propio partido, quienes no olvidan sus declaraciones pasadas ni su afiliación reciente a otras fuerzas políticas.

Esta ambigüedad no es un hecho aislado en su trayectoria. Su paso por el PAN, PRD, Movimiento Ciudadano y ahora Morena ha estado acompañado por señalamientos de oportunismo, especialmente cuando se contrasta con las críticas que él mismo emitía en el pasado contra las figuras que hoy dice respaldar.

En el actual contexto electoral, José Ramón Enríquez busca nuevamente gobernar Durango capital, ahora bajo la bandera de Morena. Sin embargo, su historial de lealtades cambiantes y posturas contradictorias permanece como un elemento incómodo que lo persigue y que, para muchos, pone en duda su verdadera vocación de servicio.